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Con una inversión de 19 millones de pesos, el Pabellón de Zapata, en Ayala, prometía ser el más importante parque temático dedicado a la historia de un personaje en el país.
Sus amplios jardines, a la vera de un río, y el cálido clima del municipio eran solo la antesala del interesante recorrido por la vida de y en tiempos de Emiliano Zapata, el Caudillo del Sur, que se proyectaba en su túnel multimedia.
Y fue precisamente el clima lo que arruinó la experiencia interactiva y provocó que, poco a poco, fuera quedando en el abandono hasta convertirse en un espacio que cuesta mucho mantener a la asociación civil administradora y que ahora lo renta para eventos.
¿Cuál era el objetivo del pabellón?
El parque se edificó en el año 2011 como parte de las celebraciones del centenario de la Revolución Mexicana.
La idea, narra Amadeo Guevara, cronista del municipio de Ayala, era dar a conocer la importancia histórica de Zapata para Morelos, y por ello se buscó construirlo en un sitio que tuviera especial relevancia en la vida del general; después de alguna deliberación, se determinó materializar el proyecto en el balneario el Axocoche, que entonces era manejado por el Comisariado Ejidal de Villa de Ayala.
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El espacio parecía ideal incluso para convertirlo en un atractivo turístico mayor para el municipio.
Sala multimedia para difundir la historia
Se construyó una sala multimedia con diversos espacios y en las paredes se proyectaban videos que narraban parte de la historia del Caudillo del Sur, en una de las áreas de la sala pasaban las aguas del Axocoche, lo que le daba una vista única al espacio.
Guevara recordó: "Se consideró que contara con una sala multimedia con varias áreas. En una de ellas que pudieran pasar las aguas del Axocoche y a un lado un lago, y que en cada uno de estos espacios se proyectaran videos que mostraran parte de su historia junto con audios que narraran parte de su historia".
De esta forma a través del Consejo Administrativo del Balneario se otorgó el espacio conocido como el Pabellón Zapata, logrando que fuera construido e inaugurado en 2011 con una inversión de 19 millones de pesos para ocho locales, una chimenea al centro y seis salas de exposición, de tal forma que el contenido te envolvía en la historia.
Además, se contaba con una sala de fotografías que también mostraba la vida del General y la importancia que tiene Ayala en la historia de la Revolución Mexicana y cómo este balneario fue por años la zona de campamento de Zapata en su lucha armada.
Guevara explicó que en los ocho locales se ofertaban artesanías, comida y había un área donde las familias podían disfrutar del ambiente y el clima.
“Con esta temática se logró contar con un atractivo turístico importante. Los visitantes, aparte de escuchar la historia del General Emiliano Zapata y de la región, tenían acceso a las lanchas en el lago con remos para pasear y estos locales atractivos que ofrecían artesanías y comida”.
El equipo no soportó la humedad y el calor
Sin embargo, desafortunadamente buscaron un espacio con río y lago y no previeron que las condiciones climáticas en temporada de calor vendrían a dañar el equipo que brindaba la tecnología de proyectar imágenes y brindar el audio que se tenía para ser un espacio interactivo.
Las aguas del Axochocote se convirtieron en poco tiempo en parte de su perdición. Y es que los equipos de proyección no aguantaron las condiciones de calor y humedad y finalmente reventaron.
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“El techo no es el adecuado y al pasar por ahí un pequeño río provocó que en temporadas de calor se diera humedad que dañó al equipo electrónico”, explicó.
A pesar de estas fallas se trabajó en su reparación y se logró rehabilitar; sin embargo, nuevamente el clima y el espacio provocaron fallas:
“Ahorita el pabellón es utilizado como centro recreativo que divide al Axocoche, aunque sigue siendo parte de este espacio, pero ahora ya nada más se hacen eventos, conferencias y el espacio abierto del lago es utilizado ahora para realizar otras actividades”, puntualizó.
En los últimos años la zona donde está el lago es utilizada para instalar la Villa Iluminada, permitiendo así que tenga un uso diferente a los fines que tenía originalmente.
Ante esta situación, aunado a los daños de la pandemia, las entradas del balneario actualmente sólo sirven para solventar los gastos primarios y no para impulsar el pabellón.
